Mientras decía esto, una mujer de entre la gente gritó: 'Dichoso el vientre que te llevó y los pechos que te amamantaron'.
Y dijo alzando la voz: '¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!
porque vienen días en los que se dirá: Dichosas las estériles, los vientres que no han dado a luz y los pechos que no han amamantado.
porque se ha fijado en la humilde condición de su esclava. / Desde ahora me llamarán dichosa / todas las generaciones, /
Entró donde ella estaba, y le dijo: 'Alégrate, llena de gracia; el Señor está contigo'.
Entonces va y trae consigo otros siete espíritus peores que él, entran todos y se instalan allí. Así el estado final de aquel hombre resulta peor que el primero'.
Que pueda alegrarse de ti tu padre, y gozarse la que te engendró.