No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; no saludéis a nadie por el camino.
Después les dijo: 'Cuando os envié sin bolsa, sin alforjas y sin sandalias, ¿os faltó algo?'. Ellos contestaron: 'Nada'.
Entonces Eliseo dijo a Guejazí: 'Cíñete los lomos, toma en la mano mi bastón y vete. Si encuentras a alguien, no le saludes; si alguien te saluda, no le respondas. Pon mi bastón sobre el rostro del niño'.
Que tus ojos miren de frente y tu vista se dirija hacia adelante.
Mandó aparejar el asna, y dijo al criado: 'Ve guiando, y no me detengas hasta que yo no te lo indique'.
Aquel día estaba allí, retenido en el santuario del Señor, uno de los servidores de Saúl, llamado Doeg, idumeo, jefe de los portadores de Saúl.
Y él les contestó: 'Puesto que el Señor ha dado éxito a mi viaje, no me entretengáis; dejadme partir para volver a mi señor'.
Después le trajeron comida; pero él dijo: 'No comeré hasta haber dicho lo que tengo que decir'. Labán respondió: 'Habla'.
Llamó a los doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus inmundos.