Pero si llegáis a un pueblo y no os reciben, id por las calles diciendo:
Como ellos le llevaban la contraria y lo insultaban, se sacudió la ropa y dijo: 'Que vuestra sangre caiga sobre vuestras cabezas; yo soy inocente; desde ahora me iré con los paganos'.
Éstos sacudieron el polvo de sus pies contra ellos y se fueron a Iconio.
Si no os reciben ni os escuchan, al salir de la casa o del pueblo sacudid el polvo de vuestros pies.
Y si no os reciben, al salir de aquel pueblo, sacudid el polvo de vuestros pies en testimonio contra ellos'.
Escuchen o no escuchen -puesto que son una raza de rebeldes-, sabrán que en medio de ellos se encuentra un profeta.
curad a los enfermos que haya y decidles: El reino de Dios está cerca de vosotros.
Hasta el polvo de vuestro pueblo que se nos pegó a los pies nos lo sacudimos.