El comandante se lo permitió. Pablo, puesto en pie sobre las escaleras, hizo ademán al pueblo con la mano, y se hizo un gran silencio. Entonces habló en lengua hebrea:
Pedro les hizo señas con la mano de que callasen y contó cómo el Señor lo había sacado de la cárcel. Y añadió: 'Comunicádselo a Santiago y a los hermanos'. Luego salió y se fue a otro sitio.