Zacarías se asustó al verlo, y se llenó de miedo.
Entonces Gedeón se dio cuenta de que era el ángel del Señor, y dijo: '¡Ay, Señor! ¡He visto cara a cara al ángel del Señor!'.
Y dijo a su mujer: 'Moriremos, porque hemos visto al Señor'.
Al verle, caí a sus pies como muerto; pero él me tocó con su mano derecha, y me dijo: 'No tengas miedo; soy yo, el primero y el último, el viviente;
Y él, mirándolo fijamente y atemorizado, dijo: '¿Qué pasa, Señor?'. Y le dijo: 'Tus oraciones y tus limosnas han subido a la presencia de Dios, que se ha acordado de ti.
Ante estas palabras, María se turbó y se preguntaba qué significaría tal saludo.
Entraron en el sepulcro y, al ver a un joven sentado a la derecha, vestido con una túnica blanca, se asustaron.
Sólo yo, Daniel, contemplé la visión: los hombres que se encontraban conmigo no veían nada, pero un gran terror los invadió y huyeron a esconderse.
