Aarón se acercó al altar e inmoló el becerro en sacrificio por su propio pecado.
Pondrá su mano sobre la cabeza de la víctima y la inmolará en el lugar donde se inmolan los holocaustos.
Aarón dijo a Moisés: 'Mira, ellos han ofrecido hoy el sacrificio por el pecado y el holocausto ante el Señor, y luego me sucedió lo que tú sabes. Si yo hubiera comido hoy de la víctima por el pecado, ¿hubiera agradado al Señor?'.