El Señor, tu Dios, te hará abundar en bienes: en el fruto de tus entrañas, en el fruto de tus ganados y en el producto de la tierra, de esta tierra que a tus padres juró darte.
Los israelitas, muy fecundos, se multiplicaron sobremanera, aumentando progresivamente y llegando a ser tan numerosos que llenaron toda aquella región.
Tu descendencia será como el polvo de la tierra; te extenderás a oriente y a occidente, al norte y al sur. Por ti y por tu descendencia serán bendecidas todas las naciones de la tierra.
Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y le daré todas estas tierras, y en tu descendencia serán benditas todas las naciones de la tierra;
En cuanto a Ismael, también te he escuchado. Yo le bendigo: Le haré fecundo y le multiplicaré inmensamente, engendrará doce príncipes, y yo haré de él un gran pueblo.
no como la alianza que hice con sus padres cuando los tomé de la mano y los saqué de Egipto, alianza que ellos violaron y por lo cual los rechacé, dice el Señor.
Yo les respondí: 'El Dios del cielo es quien nos dará éxito. Nosotros, sus siervos, vamos a ponernos a la obra. Vosotros no tenéis parte, ni derecho, ni nada en Jerusalén'.
pero el Señor tuvo compasión de ellos y, en atención a su pacto con Abrahán, Isaac y Jacob, no quiso destruirlos, y hasta el presente no los ha echado de su presencia.
Dios los bendijo y les dijo: 'Sed fecundos y multiplicaos, poblad la tierra y sometedla; dominad sobre los peces del mar, las aves del cielo y cuantos animales se mueven sobre la tierra'.
te colmaré de bendiciones y multiplicaré tanto tu descendencia, que será como las estrellas del cielo y como la arena que hay a la otra orilla del mar, y tu descendencia ocupará la puerta de sus enemigos.
Te amará, te bendecirá, te multiplicará: bendecirá el fruto de tus entrañas y el fruto de tu suelo, tu trigo, tu mosto, tu aceite, las crías de tus vacas y las de tus ovejas, en favor tuyo.