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Referencias Cruzadas

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Levítico 26:44

Biblia Martin Nieto

A pesar de todo, cuando estén en la tierra de sus enemigos, yo no los rechazaré ni los aborreceré hasta el punto de aniquilarlos y romper mi alianza con ellos, porque yo soy el Señor, su Dios.

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20 Referencias Cruzadas  

Dios no ha rechazado a su pueblo,

Pero en tu inmensa bondad no los aniquilaste ni los abandonaste, porque eres un Dios clemente y misericordioso.

Pues el Señor no dejará a su pueblo ni abandonará a su heredad;

pero el Señor tuvo compasión de ellos y, en atención a su pacto con Abrahán, Isaac y Jacob, no quiso destruirlos, y hasta el presente no los ha echado de su presencia.

entonces todo Israel se salvará, como dice la Escritura: Vendrá el libertador de Sión, apartará los crímenes de Jacob.

Pero yo me acordé de la alianza pactada contigo en los días de tu juventud y renovaré contigo una alianza eterna.

jamás rechazaré a la descendencia de Jacob y de David, mi siervo, ni dejaré de tomar de sus descendientes príncipes que gobiernen la posteridad de Abrahán, de Isaac y de Jacob. Pues voy a cambiar su suerte y a tener piedad de ellos.

Porque yo estoy contigo -dice el Señor- para salvarte. Aniquilaré a todas las naciones entre las que te he dispersado. A ti no te aniquilaré; sólo te castigaré como mereces y no te dejaré pasar nada.

¡No nos deseches, por amor de tu nombre! ¡No desprecies tu trono glorioso! ¡Acuérdate, no rompas tu alianza con nosotros!

castigaré sus transgresiones con la vara y con el látigo sus iniquidades;

Estableceré mi morada en medio de vosotros y nunca os aborreceré.

El ángel del Señor subió de Guilgal a Betel y dijo: 'Yo os saqué de Egipto y os traje a esta tierra que había prometido con juramento a vuestros padres, diciendo: No romperé jamás mi alianza con vosotros.

Yo establezco mi pacto contigo y con tu descendencia después de ti de generación en generación. Un pacto perpetuo. Yo seré tu Dios y el de tu descendencia después de ti.

No quisieron obedecer, olvidándose de las maravillas que tú habías realizado para ellos. Endurecieron su cabeza y se empeñaron, obstinados, en volver a Egipto, a su esclavitud. Pero tú eres un Dios pronto a perdonar, clemente y misericordioso, tardo a la ira y lleno de bondad; por eso no los abandonaste.

Como se apiada un padre de sus hijos, así se apiada él de sus amigos;

'Esto dice el Señor, Dios de Israel:

¿Es para mí Efraín un hijo tan querido, un niño que hace mis delicias? Pues cada vez que lo amenazo me vuelvo a acordar de él, se me conmueven las entrañas y tengo compasión de él -dice el Señor-.




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