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Referencias Cruzadas

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Levítico 26:16

Biblia Martin Nieto

yo me portaré con vosotros de la misma manera; haré venir sobre vosotros el espanto, epidemia y fiebre, enfermedades de los ojos y agotamiento de la vida. Sembraréis en vano, pues los enemigos comerán el fruto de vuestras semillas.

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35 Referencias Cruzadas  

¡lo que yo siembre, otro lo coma, y sean arrancados mis retoños!

Pero no haré desaparecer de mi altar a todos los tuyos, para que se consuman de envidia sus ojos y desfallezca de dolor su alma; y la mayor parte de tu familia morirá por la espada en la plenitud de la edad.

Sembrarás pero no segarás, pisarás la aceituna pero no te ungirás de aceite, pisarás la uva pero no beberás vino.

Hijo de hombre, di también a la casa de Israel: Así andáis diciendo vosotros: Nuestros delitos y nuestros pecados pesan sobre nosotros y por causa de ellos nos consumimos poco a poco. ¿Cómo podríamos vivir?

Ella devorará tu cosecha y tu pan, devorará a tus hijos y a tus hijas, devorará tus carneros y tus vacas, devorará tus viñas y tus higos, arrasará tus ciudades fuertes en las que tanta confianza pones.

Él consumió sus días en un soplo, sus años con muerte repentina.

Comerán las crías de tus ganados y los frutos de tu tierra hasta arruinarte; no te dejarán nada, ni trigo, ni mosto, ni aceite, ni las crías de tus vacas, ni los corderos de tus ovejas, hasta exterminarte.

Es espantoso caer en las manos del Dios vivo.

Ésta será la plaga con la que el Señor castigará a todos los pueblos que lucharon contra Jerusalén: se les pudrirán sus carnes estando aún en pie, sus ojos se pudrirán en sus órbitas, su lengua se pudrirá en su boca.

Sembráis mucho y recogéis poco, coméis y no os saciáis, bebéis y no os hartáis, os vestís y no os calentáis, y el que se contrata de jornalero guarda su jornal en bolso roto.

pues esto dice el Señor: Te voy a entregar al terror, a ti y a todos tus amigos: caerán bajo la espada de sus enemigos ante tus propios ojos. Y a todo Judá la entregaré en poder del rey de Babilonia, que los deportará a Babilonia y los matará a espada.

Sus viudas son más numerosas que la arena del mar. Sobre las madres de jóvenes guerreros he traído, en pleno día, al devastador; hago caer sobre ellas de repente terror y espanto.

Sembraron trigo y recogen espinas; se han fatigado sin provecho. Les dan vergüenza sus cosechas, por el furor de la ira del Señor.

No queda más que doblegarse entre los prisioneros o sucumbir con los muertos. Y con todo no ha amainado su cólera, su brazo aún está extendido.

Y se le anunció a la casa de David: 'Siria ha acampado en Efraín'. Entonces se estremeció el corazón del rey y el corazón del pueblo, como se estremecen con el viento los árboles del bosque.

'Designa contra él un hombre sin entrañas, un duro acusador a su derecha;

en un momento serán destruidos, desaparecerán consumidos de espanto:

Un dardo sale por su espalda, una punta reluciente por su hígado, los terrores en bloque caen sobre él,

Por todas partes temores le acometen, y le siguen pisando sus talones.

El ángel del Señor vino y se sentó bajo la encina de Ofrá, que pertenecía a Joás, de Abiezer. Gedeón, su hijo, estaba limpiando el trigo en el lagar para ocultarlo a Madián.

Fuera herirá la espada; / dentro, el espanto. / Morirán el muchacho y la muchacha, / el niño de pecho y el anciano encanecido.

Les dijo: 'Si verdaderamente escuchas la voz del Señor, tu Dios, y haces lo que es recto a sus ojos, prestas oído a sus mandatos y observas todos sus estatutos, no enviaré sobre ti ninguna de las plagas con que castigué a los egipcios, porque yo soy el Señor, tu salvador'.

Cuando en el país haya hambre, peste, tizón, añublo, langosta o pulgón, si el enemigo los asedia en alguna de sus ciudades; en cualquier plaga o enfermedad,

La maldición del Señor está en la casa del malvado, pero bendice la morada del justo.

El Señor lo ha jurado por su diestra, por su potente brazo: No daré más tu grano como alimento a tus enemigos, ni extranjeros beberán más tu vino por el que te afanaste,

Y aún suscitaré contra ellos cuatro azotes -dice el Señor-: Espada para matarlos, perros para arrastrarlos, aves del cielo y bestias de la tierra para devorarlos y exterminarlos.

Llevaréis vuestro turbante a la cabeza y las sandalias en los pies; no os lamentaréis ni lloraréis, sino que os consumiréis a causa de vuestras iniquidades y os lamentaréis unos con otros.

Mirad, yo romperé vuestro brazo, os echaré estiércol a la cara, el estiércol de vuestras fiestas, y se barrerá con él.

Pues bien, porque oprimís al pobre y le imponéis tributo del grano, casas de piedra labradas habéis construido, pero no las habitaréis; habéis plantado viñas deliciosas, pero no beberéis su vino.




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