Ninguno de ellos se acercará a un cadáver para no contaminarse. Pero podrán contaminarse con el cadáver del padre o de la madre, de un hijo o una hija, de un hermano o una hermana aún no casada.
Ésta es la ley para el caso de un hombre que muere en una tienda: el que entre en la tienda y los que en ella se encuentren, quedarán impuros durante siete días.
Escuchad esto, sacerdotes; atiende, casa de Israel; casa real, prestad oído, porque se hace justicia contra vosotros. Vosotros os habéis hecho un lazo en Mispá y una red tendida en el monte Tabor,