'No os hagáis ídolos, no os alcéis estatuas o estelas ni pongáis en vuestra tierra piedras esculpidas para postraros ante ellas, porque yo soy el Señor, vuestro Dios.
¡Maldito el hombre que haga un ídolo tallado o fundido, cosa horrible para el Señor, obra de artífice, y lo ponga en lugar oculto! Y todo el pueblo responderá: ¡Amén!
Éste los tomó en sus manos, los fundió, los trabajó a cincel e hizo un becerro. Ellos dijeron: 'Israel, ahí tienes a tu Dios, el que te sacó de Egipto'.
Estad, pues, atentos de ahora en adelante -a partir del veinticuatro del mes noveno-; desde el día en que se pusieron los cimientos del templo del Señor, estad atentos:
Yo soy el Señor, vuestro Dios; vosotros debéis santificaros y ser santos, porque yo soy santo; no os contaminéis con esos bichos que se arrastran por el suelo.
Quemarás las imágenes talladas de sus dioses, sin codiciar el oro ni la plata que los recubre. Si te apropias de ello, caerías en la trampa, pues es cosa abominable a los ojos del Señor, tu Dios.
sino que has obrado peor que todos los predecesores; has ido a fabricarte dioses extranjeros e imágenes fundidas, provocando con ello mi ira, y a mí me has dado la espalda;