Hermanos míos, ante todo no juréis ni por el cielo ni por la tierra, ni con cualquier otro juramento, sino que vuestro 'sí' sea 'sí' y vuestro 'no', 'no', para no incurrir en condenación.
el sacerdote, revestido de la túnica y los calzones de lino, quitará la ceniza del fuego que ha consumido el holocausto sobre el altar y la pondrá a un lado del altar.
Yo vendré a juzgaros; seré testigo acusador contra los hechiceros, contra los adúlteros y los perjuros, contra los que explotan al jornalero, a la viuda y al huérfano y violan el derecho del extranjero sin ningún temor de mí -dice el Señor todopoderoso-.
Yo lanzo la maldición, palabra del Señor todopoderoso, para que vaya a casa del ladrón y a casa del que jura en falso, permanezca en medio de su casa y consuma sus maderas y sus piedras'.
Pero en seguida os habéis vuelto atrás y habéis profanado mi nombre volviendo a tomar cada uno a sus propios esclavos y esclavas a quienes habíais concedido la libertad, y los habéis forzado a ser vuestros esclavos como antes.
Entonces me dijo: Ésta es la maldición que se extiende sobre toda la tierra. En una cara del libro está escrito: Todo ladrón será eliminado, y en la otra: Todo el que jura en falso será eliminado.
Yo me volveré contra ese hombre y lo extirparé de en medio de su pueblo, por haber entregado un hijo suyo a Moloc manchando mi santuario y profanando mi santo nombre.
Escucha esto, casa de Jacob, los que lleváis el nombre de Israel, los salidos de la simiente de Judá, que juráis por el nombre del Señor y celebráis al Dios de Israel, mas sin verdad ni justicia.