no harás el rebusco en tus viñas ni prestarás atención a la fruta caída de tu huerta; lo dejarás para el pobre y el extranjero: yo, el Señor, vuestro Dios.
que sólo quedan rastrojos; o como cuando se varean las olivas; sólo dos o tres aceitunas en la copa, cuatro o cinco en las ramas del árbol -oráculo del Señor, Dios de Israel-.
Lo que produzca la tierra durante su descanso os servirá de comida a ti, a tu siervo y a tu sierva, a tu jornalero y al extranjero residente, a los que viven contigo.
¡Ay de mí, que soy como un espigador en verano, como un rebuscador tras la vendimia! No hay un racimo que comer, ni un higo temprano que apetezco tanto.
Si vinieran a ti ladrones o salteadores durante la noche, ¿no robarían todo lo que pudieran? Si vinieran a ti vendimiadores, ¿te dejarían otra cosa que lo que queda de rebusco?
Cuando hagáis la recolección de vuestros campos, no los segarás hasta la misma orilla, ni recogerás las espigas caídas; lo dejarás para el pobre y el extranjero: yo, el Señor, vuestro Dios'. 23 El Señor habló a Moisés:
Cuando hagas la recolección en tu campo, si olvidas en él una gavilla, no vuelvas a buscarla. Déjala para el emigrante, el huérfano y la viuda, para que el Señor, tu Dios, te bendiga en todas tus empresas.
Yo soy el Señor, vuestro Dios; vosotros debéis santificaros y ser santos, porque yo soy santo; no os contaminéis con esos bichos que se arrastran por el suelo.