y lo lleva a la entrada de la tienda de la reunión para presentarlos como ofrenda al Señor ante su santuario, se hace responsable de la sangre derramada y será extirpado de en medio de su pueblo.
Me levantarás un altar de tierra y en él me ofrecerás tus holocaustos, tus sacrificios de reconciliación, tus ovejas y tus bueyes. En cualquier lugar en que yo quiera hacer mi nombre memorable vendré a ti y te bendeciré.
Si su ofrenda es un holocausto de ganado mayor, ofrecerá un macho sin defecto, el cual debe ser presentado en la puerta de la tienda de la reunión, para que el Señor lo acepte.