él que llevó en su propio cuerpo nuestros pecados sobre la cruz para que, muertos para el pecado, vivamos para la justicia: por sus heridas hemos sido curados.
así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados del mundo, aparecerá una segunda vez, sin pecado, para dar la salvación a los que le esperan.
Después de las penas de su alma, verá la luz y quedará colmado. Por sus sufrimientos mi siervo justificará a muchos y cargará sobre sí las iniquidades de ellos.
Si uno toma por esposa a su hermana, por parte de padre o de madre, y tienen relaciones sexuales, es una ignominia; los dos serán matados a la vista de todo el pueblo; por haber tenido relaciones sexuales con su propia hermana cargará con su culpa.
Si se come al tercer día la carne del sacrificio de reconciliación, el oferente no será grato; su ofrenda no será tenida en cuenta, y el que haya comido de ella llevará el peso de su falta.