el avestruz, la lechuza, la gaviota, todas las especies del gavilán,
Gritó con voz potente: Ha caído, ha caído Babilonia la grande y ha venido a ser morada de demonios, guarida de todo espíritu impuro, refugio de toda ave inmunda y odiosa;
a fuerza de gemir sólo tengo la piel pegada al hueso.
y del cuervo,
el búho, el mergo, el ibis,