Moisés buscó y rebuscó entonces el macho cabrío del sacrificio por el pecado, y resultó que había sido quemado. Se indignó con Eleazar e Itamar, hijos de Aarón, y les dijo:
Presentó luego la ofrenda del pueblo: tomó el macho cabrío del sacrificio por el pecado del pueblo y lo inmoló en sacrificio por el pecado, como había hecho con el becerro.
Pero Jesús, al verlo, se indignó y les dijo: 'Dejad que los niños se acerquen a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como ellos es el reino de Dios.
Pero yo os digo que el que se irrite con su hermano será llevado a juicio; el que insulte a su hermano será llevado ante el tribunal supremo, y el que lo injurie gravemente será llevado al fuego.