Aquí vendré yo a encontrarme contigo, y desde encima del propiciatorio, entre los dos querubines que están sobre el arca del testimonio, te comunicaré todo lo que te ordene respecto a los israelitas'.
holocausto perpetuo por todas vuestras generaciones, a la entrada de la tienda de la reunión, ante el Señor, allí donde yo me encontraré con vosotros para hablarte.
Cuando Moisés entraba en la tienda de la reunión para hablar con el Señor, oía la voz que le hablaba desde lo alto del propiciatorio, que está sobre el arca de la alianza, entre los querubines. Así le hablaba el Señor.
Así se llevó a cabo toda la obra del santuario, o sea, la tienda de la reunión. Los israelitas habían ejecutado todo lo que el Señor había mandado a Moisés.
Moisés tomó la tienda y la plantó fuera del campamento, a cierta distancia, y la llamó 'tienda de la reunión'. Todo el que quería dirigirse al Señor, salía a la tienda de la reunión, emplazada fuera del campamento.
El Señor dijo a Moisés: 'Sube a la montaña y estate allí. Yo te daré unas tablas de piedra con la ley y los mandamientos que he escrito para instruirlos'.
Puso el altar de los holocaustos a la entrada del tabernáculo de la tienda de la reunión y en él ofreció el holocausto y la ofrenda, como el Señor le había mandado.