El ángel del Señor vino y se sentó bajo la encina de Ofrá, que pertenecía a Joás, de Abiezer. Gedeón, su hijo, estaba limpiando el trigo en el lagar para ocultarlo a Madián.
Los de la tribu de Efraín dijeron a Gedeón: '¿Qué manera es ésta de obrar con nosotros? ¿Cómo no nos has convocado cuando ibas a luchar contra los madianitas?'. Y se querellaron fuertemente contra él.
El Señor puso en vuestras manos a los jefes madianitas, Oreb y Zeb. Lo que yo he hecho, ¿puede compararse con lo que habéis hecho vosotros?'. Ante estas palabras, ellos se calmaron.