Elías les dijo: 'Prended a los profetas de Baal. Que no escape ni uno solo'. Los prendieron y Elías los llevó al torrente Quisón y los hizo degollar allí.
Débora dijo a Barac: 'Levántate, éste es el día en que el Señor entregará a Sísara en tus manos. ¿No va el Señor delante de ti?'. Y Barac dejó el monte Tabor con sus diez mil hombres.
Yo endureceré el corazón del Faraón, y os perseguirá; yo seré glorificado a costa del Faraón y de todo su ejército; los egipcios reconocerán que yo soy el Señor'. Y así lo hicieron.
Porque el Señor había decretado que todas estas ciudades endureciesen su corazón para que combatiesen contra los israelitas; y los israelitas los exterminaron por completo y sin piedad, como el Señor se lo había ordenado a Moisés.
Y el Señor dijo a Josué: 'No los temas, porque mañana, a esta misma hora, todos ellos caerán muertos ante Israel; desjarretarás sus caballos y quemarás sus carros'.
Yo endureceré el corazón de los egipcios y seguirán tras ellos por el mar; así seré glorificado a costa del Faraón y de todo su ejército, de sus carros y de sus caballeros.