Samuel dijo a Saúl: '¿Por qué has turbado mi descanso, evocándome?'. Saúl respondió: 'Estoy en gran aprieto, los filisteos me hacen la guerra y Dios se ha retirado de mí; no me responde ni por medio de los profetas ni por los sueños. Por eso te he evocado para saber qué hacer'.
No encontrarás la paz entre esas naciones ni habrá descanso para la planta de tus pies, sino que el Señor te dará un corazón asustado, ojos apagados y ánimo abatido.
Los israelitas se vieron en las últimas, pues estaban cercados, y el pueblo se escondió en las grutas, en las cavernas, entre las rocas, en subterráneos y en cisternas;