Los amonitas y los filisteos oprimieron cruelmente durante dieciocho años a los israelitas de Transjordania, en el país amorreo, en Galaad.
Andarán diciendo: 'Todo es paz y seguridad'; y entonces, de improviso, les sorprenderá la perdición, como los dolores del parto a la mujer encinta, y no podrán escapar.
por eso este pecado será para vosotros como brecha ruinosa que se abre en elevado muro, el cual en un momento, de repente, se desploma
Yaír murió y fue sepultado en Camón.
La ira del Señor se encendió contra ellos y los entregó en manos de los filisteos y de los amonitas.
Los amonitas pasaron el Jordán para combatir a Judá, a Benjamín y a la casa de Efraín, e Israel se vio en grave aprieto.
Los hijos de Maquir, hijo de Manasés, marcharon contra Galaad, la conquistaron y expulsaron a los amorreos que se encontraban allí.
La mano de Madián pesó fuertemente sobre Israel. Para escapar de Madián, los israelitas se sirvieron de las cuevas, cavernas y refugios de los montes.