Los hijos de Jobab, el quenita, suegro de Moisés, subieron con los de Judá desde la ciudad de las palmeras al desierto que está al mediodía de Judá, en la bajada de Arad, y vivieron con los amalecitas.
Jéber, el quenita, se había separado de la tribu de Caín, de los hijos de Jobab, suegro de Moisés, y había plantado sus tiendas alrededor de la encina de Saananín, cerca de Cades.
Entonces dijo a los quenitas: 'Id, retiraos, salid de en medio de Amalec, para que no os destruya juntamente con ellos, porque vosotros tratasteis bien a los israelitas cuando subían de Egipto'. Y los quenitas se retiraron de en medio de Amalec.
Sísara huyó a pie hacia la tienda de Yael, mujer de Jéber, el quenita, porque había buenas relaciones entre Yabín, rey de Jasor, y la casa de Jéber, el quenita.
Luego Jetró, suegro de Moisés, ofreció holocaustos y sacrificios al Señor. Y Aarón y todos los ancianos de Israel comieron con el suegro de Moisés en presencia del Señor.
Jetró, sacerdote de Madián, suegro de Moisés, oyó todo lo que había hecho Dios en favor de Moisés e Israel, su pueblo: cómo el Señor había sacado a Israel de Egipto.
Moisés volvió a casa de Jetró, su suegro, y le dijo: 'Déjame marchar y volver a mis hermanos, que están en Egipto, para ver si todavía están vivos'. Jetró le dijo: 'Vete en paz'.
Cuando Aquís preguntaba: '¿Dónde habéis hecho incursión hoy?', David respondía: 'En el Negueb de Judá, en el Negueb de Yerajmeel, en el Negueb de los quenitas'.
Y le dijo: 'Ésta es la tierra que yo juré a Abrahán, Isaac y Jacob en estos términos: Se la daré a tu descendencia. Te la hago ver con tus ojos, pero no entrarás en ella'.
los clanes soforitas que habitaban en Yabés, los tiretitas, simeítas y sucatitas. Éstos son los quenitas, descendientes de Jamat, padre de la casa de Recab.