Llevaron a los fariseos al que antes había sido ciego,
A pesar de todo, muchos, aun de los mismos jefes, creyeron en él; pero por miedo a los fariseos no lo confesaban, para que no los expulsaran de la sinagoga,
Los sumos sacerdotes y los fariseos habían ordenado que, si alguno sabía dónde estaba, lo denunciase para prenderlo.
Los fariseos se dijeron: 'Veis que no adelantamos nada. Mirad cómo todo el mundo se va tras de él'.
Y le preguntaron: '¿Dónde está ése?'. Contestó: 'No lo sé'.
pues era sábado el día en que Jesús había hecho lodo y abierto sus ojos.