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Referencias Cruzadas

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Juan 8:48

Biblia Martin Nieto

Los judíos le replicaron: 'Con razón decimos que eres samaritano y que estás endemoniado'.

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18 Referencias Cruzadas  

La gente contestó: '¡Estás endemoniado! ¿Quién intenta matarte?'.

Los judíos le dijeron: 'Ahora estamos seguros de que estás endemoniado. Abrahán y los profetas murieron, y tú dices: El que guarde mi palabra nunca morirá.

Muchos decían: 'Está endemoniado y loco. ¿A qué lo escucháis?'.

La samaritana le dijo: '¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí, que soy samaritana?'. (Es que los judíos no se tratan con los samaritanos).

¡Hipócritas!, bien profetizó Isaías de vosotros:

Pero los fariseos, al oírlo, dijeron: 'Éste echa los demonios con el poder de Belcebú, príncipe de los demonios'.

Al discípulo le basta ser como su maestro, y al criado como su amo. Si al amo de la casa le han llamado Belcebú, ¡qué no dirán de los de la casa!

Jesús envió a estos doce con estas instrucciones: 'No vayáis por tierra de paganos, ni entréis en ciudad de samaritanos.

¿Tú crees que hay un solo Dios? Muy bien. Los demonios lo creen también, y tiemblan.

Porque Cristo no buscó lo que le agradaba, como dice la Escritura: Las ofensas de los que te insultaban cayeron sobre mí.

Vosotros me llamáis el maestro y el señor; y decís bien, porque lo soy.

Despreciado, desecho de la humanidad, hombre de dolores, avezado al sufrimiento, como uno ante el cual se oculta el rostro, era despreciado y desestimado.

Esto dice el Señor, el redentor, el Santo de Israel, al despreciado, al aborrecido de las gentes, al esclavo de los tiranos: Los reyes, al verte, se levantarán, los príncipes se inclinarán por causa del Señor, que es leal, del Santo de Israel, que te ha elegido.

Salgamos, pues, a su encuentro, fuera del campamento, compartiendo sus ultrajes.

'Por eso os digo: A los hombres se les perdonarán todos sus pecados y blasfemias, pero la blasfemia contra el Espíritu no se les perdonará.

Porque vino Juan, que ni comía ni bebía, y dijeron: Tiene un demonio.

Los judíos de Jerusalén enviaron sacerdotes y levitas a preguntar a Juan:

Los judíos decían: '¿Irá a suicidarse, pues dice: Adonde yo voy, no podéis ir vosotros?'.




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