Al escuchar estas palabras, algunos de entre la gente decían: 'Éste es verdaderamente el profeta'.
Y la gente respondía: 'Éste es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea'.
'Entonces, ¿qué?; ¿eres Elías?'. Y dijo: 'No lo soy'. '¿Eres el profeta?'. Respondió: 'No'.
La gente, al ver el milagro que había hecho Jesús, decía: 'Éste es el profeta que tenía que venir al mundo'.
La mujer le dijo: 'Señor, veo que tú eres profeta.
Acerca de él había muchas habladurías entre la gente. Unos decían: 'Es bueno'. Otros, por el contrario, decían: 'Nada de bueno: engaña a la gente'.