El Espíritu y la esposa dicen: 'Ven'. El que escuche, diga: 'Ven'. El que tenga sed, que venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.
Porque todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, fuimos bautizados en un solo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido del mismo Espíritu.
Los siete días presentaréis ofrendas quemadas en honor del Señor; el día octavo celebraréis asamblea santa y presentaréis una ofrenda quemada en honor del Señor: es día de asamblea; no haréis en él trabajo alguno.
Después de cenar, hizo lo mismo con el cáliz, diciendo: 'Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; cada vez que la bebáis, hacedlo en memoria mía'.
El Señor todopoderoso los protegerá. Ellos pisarán con sus pies las piedras de la honda, beberán su sangre como el vino, se saciarán como los cuernos del altar.
Oh Señor, mi fuerza y mi fortaleza, mi refugio en el día de la tribulación; a ti vendrán las naciones desde los confines de la tierra y dirán: Sólo mentira poseyeron nuestros padres, vanidad e impotencia.
Anda, grita a los oídos de Jerusalén: Esto dice el Señor: Me he acordado de ti, en los tiempos de tu juventud, de tu amor de novia, cuando me seguías en el desierto, en una tierra sin cultivar.
Esdras continuó leyendo en el libro de la ley de Dios cada día, desde el primero hasta el último. La fiesta duró una semana, y el día octavo se celebró, según lo prescrito, una reunión solemne.
El día quince del séptimo mes, cuando hayáis hecho la recolección de los frutos de la tierra, celebraréis la fiesta del Señor durante siete días; el día primero y el octavo serán días de descanso absoluto.
Jesús, enseñando en el templo, exclamó: 'Me conocéis, sí, y sabéis de dónde soy; pero no he venido por mi propia cuenta, sino que me ha enviado el que es veraz, al que vosotros no conocéis.
Hablad al corazón de Jerusalén y gritadle que se ha cumplido su servicio, que está perdonado su pecado, que ha recibido de la mano del Señor el doble de castigo por todos sus pecados.
He entrado en mi jardín, hermana mía, novia mía, he recogido mi bálsamo y mi mirra, he comido mi miel y mi panal, he bebido mi vino y mi leche. Coro Comed, amigos, y bebed, embriagaos, compañeros!
Por dondequiera que pase este río, todo ser viviente que en él se mueva vivirá; los peces serán muy abundantes, porque donde llegan estas aguas todo queda saneado; la vida prosperará donde llegue este río.