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Referencias Cruzadas

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Juan 7:19

Biblia Martin Nieto

¿No os ha dado Moisés la ley? Y ninguno de vosotros la cumple. ¿Por qué intentáis matarme?'.

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27 Referencias Cruzadas  

Porque la ley fue dada por Moisés, / pero la gracia y la fidelidad / vinieron por Cristo Jesús. /

Desde aquel momento decidieron matarlo.

Después de esto Jesús andaba por Galilea y evitaba andar por Judea, porque los judíos intentaban matarlo.

Pero los fariseos salieron y tomaron en consejo la resolución de acabar con él.

Ni los mismos circuncidados guardan la ley; pero quieren que vosotros os circuncidéis para presumir de que ellos os obligaron a hacerlo.

Moisés nos ha prescrito una ley, / heredad de la asamblea de Jacob.

No tengáis en cuenta en vuestros juicios la apariencia de la persona; oíd a los pequeños lo mismo que a los grandes sin temor a nadie, pues el juicio pertenece a Dios. Y si os encontráis con alguna causa difícil, traedla a mí para que yo la resuelva.

Entonces, ¿para qué la ley? Fue añadida para declarar lo que era delito hasta que llegara el descendiente a que se refería la promesa. La ley fue promulgada por ángeles a través de un mediador.

Él es el que, en la asamblea, en el desierto, estuvo con el ángel que les hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres; el que escribió palabras de vida para transmitírnoslas;

Por eso intentaban prenderlo de nuevo, pero se les escapó de las manos.

Algunos de Jerusalén decían: '¿No es éste al que intentaban matar?

No creáis que yo os acuso ante el Padre; os acusa Moisés, en quien vosotros esperáis.

Por eso principalmente los judíos querían matarlo; porque no sólo violaba el sábado, sino que también llamaba a Dios su propio padre, haciéndose igual a Dios.

y los judíos perseguían a Jesús porque hacía tales cosas en sábado.

Los fariseos salieron y, con los herodianos, tomaron la resolución de acabar con él.

Luego les dijo: '¿Está permitido en sábado hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?'. Ellos callaban.

Pero los viñadores, al ver al hijo, se dijeron: Éste es el heredero. Matémoslo y nos quedaremos con su herencia.

Los sumos sacerdotes y los maestros de la ley, al enterarse, buscaron el modo de acabar con él, pues le tenían miedo porque toda la gente estaba asombrada de su doctrina.




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