¡Pues si vierais al hijo del hombre subir adonde estaba antes!
Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el hijo del hombre, que está en el cielo.
Jesús, el Señor, después de haber hablado con ellos, subió al cielo y se sentó a la diestra de Dios.
Levantó las manos y los bendijo. Y mientras los bendecía, se separó de ellos y subió al cielo.
el cual una vez sometidos los ángeles las potestades y las virtudes, subió al cielo y está sentado a la diestra de Dios.
Dicho esto, lo vieron subir, hasta que una nube lo ocultó a su vista.
'Salí del Padre y vine al mundo; de nuevo dejo el mundo y vuelvo al Padre'.
Ya no estoy en el mundo; pero ellos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guarda con tu poder a los que me has confiado, para que sean, como nosotros, una sola cosa.
Procuraos no el alimento que pasa, sino el que dura para la vida eterna; el que os da el hijo del hombre, a quien Dios Padre acreditó con su sello'.
Jesús le dijo: 'Las raposas tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza'.
y decían: '¿No es éste Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?'.
Jesús les dijo: 'Os aseguro que si no coméis la carne del hijo del hombre y no bebéis su sangre no tendréis vida en vosotros.