Jesús les dijo: 'Dejad de criticar.
Y no hay criatura alguna que esté oculta ante ella, sino que todo está desnudo y descubierto a los ojos de aquel a quien debemos dar cuenta.
Pero entre vosotros hay algunos que no creen'. (Jesús ya sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién lo iba a traicionar).
Jesús se dio cuenta de que le querían preguntar algo, y les dijo: 'Andáis discutiendo sobre lo que acabo de decir: Un poco, y no me veréis; y otro poco, y me veréis.
Llegaron a Cafarnaún y, una vez en casa, les preguntó: '¿Qué discutíais por el camino?'.
Jesús, dándose cuenta, les dijo: '¿Por qué habláis de que no tenéis pan? ¡Hombres de poca fe!
y decían: '¿No es éste Jesús, el hijo de José? Nosotros conocemos a su padre y a su madre. ¿Cómo dice ahora que ha bajado del cielo?'.
Nadie puede venir a mí si el Padre que me envió no lo trae, y yo lo resucitaré en el último día.