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Referencias Cruzadas

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Juan 6:27

Biblia Martin Nieto

Procuraos no el alimento que pasa, sino el que dura para la vida eterna; el que os da el hijo del hombre, a quien Dios Padre acreditó con su sello'.

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69 Referencias Cruzadas  

pensad en las cosas de arriba, no en las de la tierra.

¿Por qué gastáis vuestro dinero en lo que no es pan, y vuestro salario en lo que no llena? Escuchadme bien, y comeréis cosas buenas; y os deleitaréis con manjares exquisitos.

El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día.

Sin embargo, el sólido fundamento de Dios se mantiene firme bajo este lema: El Señor conoce a los suyos y que se aparte de la injusticia el que pronuncia el nombre del Señor.

Pues es voluntad de mi Padre que todo el que vea al hijo y crea en él tenga vida eterna y yo lo resucite en el último día'.

Porque el salario del pecado es la muerte; pero el don de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.

yo les doy la vida eterna y no perecerán jamás; no me las arrebatará nadie de mis manos.

'Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente; y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo'.

cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y llenó de poder a Jesús de Nazaret, el cual pasó haciendo el bien y curando a los oprimidos por el demonio, porque Dios estaba con él.

y que por el poder que tú le has dado sobre todos los hombres, él dé vida eterna a todos los que le has confiado. (

'No atesoréis en la tierra, donde la polilla y el orín corroen y donde los ladrones socaban y roban'.

Éste es el pan que ha bajado del cielo; no como el que comieron los padres, y murieron. El que come este pan vivirá eternamente'.

Él recibió de Dios Padre el honor y la gloria cuando desde la excelsa gloria se le hizo llegar esta voz: Éste es mi Hijo querido, mi predilecto.

pues es Dios el que obra en vosotros el querer y el obrar, según su voluntad.

Cuando recibía tus palabras yo las devoraba; tus palabras eran mi delicia, la alegría de mi corazón, pues tu nombre se invocaba sobre mí, oh Señor Dios omnipotente.

Todo el trabajo del hombre es para su boca; y, con todo, sus deseos nunca se sacian.

pues: Todo mortal es hierba toda su gloria como flor del campo. La hierba se seca, la flor se marchita,

descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como una paloma, y se oyó una voz del cielo: 'Tú eres mi hijo amado, mi predilecto'.

Sin cesar presentamos a Dios, nuestro Padre, la actividad de vuestra fe, la eficacia de vuestro amor y la firmeza de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo.

con miras a lo cual me fatigo y lucho apoyado en la fuerza de Cristo, que obra poderosamente en mí.

El que lo acepta certifica que Dios dice la verdad.

Israelitas, escuchadme: Dios acreditó ante vosotros a Jesús el Nazareno con los milagros, prodigios y señales que hizo por medio de él, como bien sabéis.

Simón Pedro le contestó: 'Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.

Y una voz desde la nube dijo: 'Éste es mi hijo, el elegido, escuchadlo'.

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas, no pides holocaustos ni sacrificios por el pecado; en cambio, me has abierto el oído,

Proclamaré el decreto que el Señor ha pronunciado: 'Tú eres mi hijo, yo mismo te he engendrado hoy.

que nadie sea lujurioso ni desprecie la religión, como Esaú, quien, por una comida, vendió sus derechos de primogénito.

Si creemos en Cristo, da lo mismo estar o no estar circuncidados; lo que importa es la fe y que esta fe se exprese en obras de amor.

Esforcémonos, pues, por entrar en este reposo, para que nadie sucumba imitando aquel ejemplo de desobediencia.

¿No son cosas que llegan a destruirse por el uso, conforme a las ordenanzas e instrucciones de los hombres?

Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; pues vosotros sois, en el Señor, el sello de mi apostolado.

'Los manjares para el estómago y el estómago para los manjares'. Pero Dios exterminará ambas cosas. El cuerpo no es para la lujuria, sino para el Señor, y el Señor, para el cuerpo.

Y recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia que había obtenido antes de la circuncisión; así se convertía en padre de todos los no circuncidados que creyesen, para que también a ellos se les contase como justicia;

Si no hubiera hecho ante ellos obras que nadie ha hecho, no tendrían culpa. Pero han visto esas obras y, a pesar de todo, me odian a mí y a mi Padre.

Jesús le dijo: 'Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí.

Yo bien sabía que siempre me escuchas; pero lo he dicho por la gente que me rodea, para que crean que tú me has enviado'.

Yo doy testimonio de mí mismo, y lo da también el Padre que me ha enviado'.

Una nube los cubrió con su sombra; y desde la nube se oyó una voz: 'Éste es mi hijo amado. Escuchadlo'.

y se oyó una voz del cielo: 'Tú eres mi hijo amado, mi predilecto'.

Aún estaba hablando, cuando una nube luminosa los cubrió, y una voz desde la nube dijo: 'Éste es mi hijo amado, mi predilecto, escuchadlo'.

Y se oyó una voz del cielo: 'Éste es mi hijo amado, mi predilecto'.

Aquí está mi siervo a quien protejo; mi elegido, en quien mi alma se complace. He puesto en él mi espíritu, para que traiga la justicia a las naciones.

El sol ardiente se levanta y seca el heno, se marchita la flor y desaparece su belleza; así se marchitará el rico en sus empresas;

para los que no miramos las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las visibles son temporales, las invisibles eternas.

Jesús le dijo: 'Las raposas tienen madrigueras y las aves del cielo nidos, pero el hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza'.

¿Es que no depende del Señor omnipotente que los pueblos trabajen para el fuego y las naciones se afanen para nada?

'Venid, comed de mi pan y bebed del vino que yo he preparado.

Y éstos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna'.

para que todo el que crea en él tenga vida eterna'.

Os aseguro que el que cree tiene vida eterna.

Jesús les dijo: 'Os aseguro que si no coméis la carne del hijo del hombre y no bebéis su sangre no tendréis vida en vosotros.

¡Pues si vierais al hijo del hombre subir adonde estaba antes!

Ni tampoco se encuentra más allá de los mares, para que tengas que decir: ¿Quién pasará por nosotros al otro lado de los mares a buscarla para que nos la dé a conocer y la pongamos en práctica?




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