Jesús les contestó: 'Os aseguro que no me buscáis porque habéis visto milagros, sino porque habéis comido pan hasta hartaros.
su fin será la perdición, su dios es su vientre, su gloria lo que los deshonra y tienen puesto su corazón en las cosas de la tierra.
pues todos buscan sus intereses personales, no los de Jesucristo.
Vienen a ti en masa, mi pueblo se sienta delante de ti, escucha tus palabras; pero luego no las ponen en práctica, porque tienen en su boca la mentira y su corazón va tras la ganancia injusta.
conflictos interminables, propios de personas obcecadas e ignorantes, que piensan que la religión es un negocio;
porque ésos no sirven a Cristo nuestro Señor, sino a su estómago, y con palabras dulces y agradables engañan a la gente sencilla.
La gente lo seguía, porque veían los prodigios que hacía con los enfermos.
su corazón no estaba firmemente con él y no eran leales a su alianza.
Cuando la gente vio que no estaban allí ni Jesús ni sus discípulos, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.
Jesús respondió: 'Te aseguro que el que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.
Jesús le respondió: 'Te aseguro que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios'.
Pero entre vosotros hay algunos que no creen'. (Jesús ya sabía desde el principio quiénes eran los que no creían y quién lo iba a traicionar).
Jesús les dijo: 'Os aseguro que si no coméis la carne del hijo del hombre y no bebéis su sangre no tendréis vida en vosotros.
Os aseguro que el que cree tiene vida eterna.
Le replicaron: '¿Qué milagros haces tú para que los veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra?
Y Jesús, dándose cuenta de que querían llevárselo para hacerle rey, se retiró otra vez al monte él solo.
La gente, al ver el milagro que había hecho Jesús, decía: 'Éste es el profeta que tenía que venir al mundo'.
Pero ya os he dicho que, aunque me habéis visto, no creéis.