Os aseguro que el que escucha mis palabras y cree en el que me ha enviado tiene vida eterna y no será condenado, sino que ha pasado de la muerte a la vida.
los que por él creéis en Dios, el cual habiéndole resucitado de entre los muertos y coronado de gloria viene a ser por lo mismo el objeto de vuestra fe y de vuestra esperanza.