Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por el testimonio de la mujer, que decía: 'Me ha adivinado todo lo que he hecho'.
'Venid a ver un hombre que me ha adivinado todo lo que he hecho. ¿Será acaso éste el mesías?'.
Llegó a un pueblo llamado Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José.
Muchos de los judíos que habían venido a casa de María y vieron lo que hizo creyeron en él.
Y decían a la mujer: 'No creemos ya por lo que tú nos has dicho; nosotros mismos lo hemos oído y estamos convencidos de que éste es de verdad el salvador del mundo'.
Jesús envió a estos doce con estas instrucciones: 'No vayáis por tierra de paganos, ni entréis en ciudad de samaritanos.
(Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer).
Salieron de la ciudad y fueron adonde estaba Jesús.
Yo os he enviado a segar lo que no habéis trabajado. Otros han trabajado, y vosotros os habéis beneficiado de su trabajo'.
Cuando llegaron los samaritanos, le rogaron que se quedara con ellos. Él se quedó allí dos días,
Los dos discípulos lo oyeron y se fueron con Jesús.