El Espíritu y la esposa dicen: 'Ven'. El que escuche, diga: 'Ven'. El que tenga sed, que venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.
Samuel le respondió: 'Yo soy el vidente. Sube delante de mí al alto; hoy comerás conmigo, y mañana por la mañana os despediré después de haberte explicado todo lo que tienes en tu pensamiento.