Mi Padre me ha confiado todas las cosas; nadie conoce al hijo sino el Padre; y nadie conoce al Padre sino el hijo y aquel a quien el hijo se lo quiera manifestar'.
Mi Padre me ha confiado todas las cosas; nadie conoce perfectamente al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera manifestar.
porque todo lo puso bajo sus pies. Pero cuando dice que todo le está sometido, está claro que exceptúa a Dios, que fue quien le sometió todas las cosas.
en estos días, que son los últimos, nos ha hablado por el Hijo, a quien ha constituido heredero de todas las cosas, por quien hizo también el universo.
Aquí está mi siervo a quien protejo; mi elegido, en quien mi alma se complace. He puesto en él mi espíritu, para que traiga la justicia a las naciones.
Cuando se sintió el hambre en Egipto, el pueblo clamó al Faraón pidiendo pan. Y el Faraón dijo a todos los egipcios: 'Id a José y haced lo que él os diga'.
Se le dio poder, gloria e imperio, y todos los pueblos, naciones y lenguas le servían. Su poder era un poder eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás.