Jesús les dijo: 'Cuando hayáis levantado al hijo del hombre, conoceréis que yo soy el que soy y que nada hago por mi cuenta, sino que digo lo que me enseñó el Padre.
Suprimió las colinas, hizo pedazos las estelas, arrancó los cipos sagrados y machacó la serpiente de bronce que Moisés había hecho (pues hasta entonces los israelitas le quemaban incienso; la llamaban Nejustán).