Entonces el discípulo preferido de Jesús dijo a Pedro: 'Es el Señor'. Simón Pedro, al oír que era el Señor, se vistió, pues estaba desnudo, y se echó al mar.
Entonces fue corriendo a decírselo a Simón Pedro y al otro discípulo preferido de Jesús; les dijo: 'Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto'.
Pedro se volvió y vio que lo seguía el discípulo preferido de Jesús, el que en la pascua se recostó en su pecho y le había preguntado: 'Señor, ¿quién es el que te va a entregar?'.
Aguas inmensas no podrían apagar el amor, ni los ríos ahogarlo. Quien ofreciera toda la hacienda de su casa a cambio del amor sería despreciado. Los Hermanos: