Jesús le dijo: 'Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?'. Ella, creyendo que era el hortelano, le dijo: 'Señor, si te lo has llevado tú, dime dónde lo has puesto, y yo iré a recogerlo'.
Ellos le dijeron: 'Mujer, ¿por qué lloras?'. Contestó: 'Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto'.
De nuevo les preguntó: '¿A quién buscáis?'. Ellos dijeron: 'A Jesús Nazareno'.
Jesús se volvió y, al verlos, les dijo: '¿Qué buscáis?'. Ellos le dijeron: 'Rabí (que significa maestro), ¿dónde vives?'.
Pero él les dijo: 'No os asustéis. Buscáis a Jesús nazareno, el crucificado. Ha resucitado. No está aquí. Ved el sitio donde lo pusieron.
Pero el ángel, dirigiéndose a las mujeres, les dijo: 'No temáis; sé que buscáis a Jesús, el crucificado.
Me levantaré, recorreré la ciudad; por las calles y las plazas buscaré al amor de mi vida... Lo busqué, pero no lo encontré.
No tomes a tu sierva por una mujer perversa, porque no he hecho hasta ahora más que exponer la magnitud de mi dolor y amargura'.
Y Jesús, que sabía todo lo que iba a sucederle, salió y les dijo: '¿A quién buscáis?'.
Ellas se asustaron y bajaron los ojos; ellos les dijeron: '¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive?
¡Raza de víboras! ¿Cómo podéis vosotros hablar de cosas buenas, siendo malvados? Porque de lo que rebosa el corazón habla la boca.
Coro: ¿Dónde se fue tu amor, tú, la más bella de las mujeres? ¿Adónde se dirigió tu amor, para que contigo lo busquemos? Ella:
Creyendo que iba en la caravana, anduvieron una jornada, al cabo de la cual se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos;