Abrahán repuso: Hijo, acuérdate que ya recibiste tus bienes durante la vida, y Lázaro, por el contrario, males. Ahora él está aquí consolado, y tú eres atormentado.
Él les mandaba desde su mesa las porciones, y la porción de Benjamín era cinco veces mayor que la de todos los otros. Así bebieron y se alegraron en su compañía.
He entrado en mi jardín, hermana mía, novia mía, he recogido mi bálsamo y mi mirra, he comido mi miel y mi panal, he bebido mi vino y mi leche. Coro Comed, amigos, y bebed, embriagaos, compañeros!
Pero si ese criado, pensando que su amo va a tardar en venir, se pone a maltratar a los demás criados y criadas y a comer y a beber hasta emborracharse,