se acercaban a él y le decían: '¡Viva el rey de los judíos!'. Y le daban bofetadas.
trenzaron una corona de espinas y se la pusieron en la cabeza, y una caña en su mano derecha; y, arrodillándose delante, se burlaban de él, diciendo: '¡Viva el rey de los judíos!'.
Pilato volvió a entrar en el palacio, llamó a Jesús y le preguntó: '¿Eres tú el rey de los judíos?'.
Al decir esto Jesús, uno de los guardias allí presentes le dio una bofetada, diciendo: '¿Así respondes al sumo sacerdote?'.
Entró donde ella estaba, y le dijo: 'Alégrate, llena de gracia; el Señor está contigo'.
Se acercó a Jesús y le saludó: '¡Hola, maestro!', y lo besó.
y comenzaron a saludarlo: 'Viva el rey de los judíos'.