Respondieron: 'A Jesús Nazareno'. Jesús les dijo: 'Yo soy'. Judas, el traidor, estaba también con ellos.
Pilato, por su parte, escribió y puso sobre la cruz este rótulo: 'Jesús Nazareno, el rey de los judíos'.
Natanael respondió: '¿De Nazaret puede salir algo bueno?'. Felipe contestó: 'Ven y verás'.
Y la gente respondía: 'Éste es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea'.
Y fue a vivir a una ciudad llamada Nazaret, para que se cumpliera lo que habían anunciado los profetas, que sería nazareno.
Tendrían que avergonzarse de sus acciones execrables, pero han perdido la vergüenza; no saben ya ni sonrojarse. Por eso han de caer entre los que perecen; se desplomarán cuando yo los visite, -dice el Señor-.
Su rostro descarado los delata; como Sodoma descubren sus pecados, no los ocultan. ¡Ay de ellos, que su propia desgracia están fraguando!
Y Jesús, que sabía todo lo que iba a sucederle, salió y les dijo: '¿A quién buscáis?'.
Así que les dijo 'Yo soy', retrocedieron y cayeron en tierra.