Y la portera dijo a Pedro: '¿No eres tú también de los discípulos de ese hombre?'. Y él le dijo: 'No soy'.
Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: 'Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que éstos?'. Pedro le contestó: 'Sí, Señor, tú sabes que te amo'. Jesús le dijo: '¡Apacienta mis corderos!'.
Simón Pedro continuaba allí, de pie, calentándose. Le preguntaron: '¿No eres tú también de sus discípulos?'. Él lo negó, diciendo: 'No soy'.
pero Pedro se quedó fuera, a la puerta. Salió entonces el otro discípulo, conocido del sumo sacerdote, habló a la portera y pasó a Pedro.
Lo apresaron y lo condujeron a la casa del sumo sacerdote. Pedro lo seguía de lejos.
Pedro le dijo: 'Aunque fueras para todos ocasión de caída, para mí no'.
Tocó a la puerta del portal, y salió a escuchar una muchacha llamada Rode,
Jesús respondió: 'Os he dicho que yo soy. Si me buscáis a mí, dejad que éstos se vayan'.
Respondieron: 'A Jesús Nazareno'. Jesús les dijo: 'Yo soy'. Judas, el traidor, estaba también con ellos.