'No ruego sólo por ellos, sino también por los que crean en mí a través de su palabra.
Y los que acogieron su palabra se bautizaron; y aquel día se agregaron unas tres mil personas.
Pero muchos de los que oyeron el discurso creyeron; y el número de los hombres llegó a unos cinco mil.
Él a unos constituyó apóstoles; a otros, profetas; a unos evangelistas, y a otros pastores y maestros,
pero manifestado ahora por los escritos proféticos, dado a conocer a todas las naciones por orden del Dios eterno para que abracen la fe,
a Timoteo, mi hijo querido: Te deseo la gracia, la misericordia y la paz de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Tengo otras ovejas que no son de este redil. También a ellas tengo que apacentarlas. Ellas escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo pastor.
Por ellos yo me consagro a ti, para que también ellos sean consagrados en la verdad'.
Que todos sean una sola cosa; como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos sean una sola cosa en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.