Yo os he dado ejemplo, para que hagáis vosotros lo mismo que he hecho yo.
Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy afable y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas.
En esto sabemos que estamos unidos a él: el que afirma que está unido debe comportarse como él se comportó.
Más aún, ésta es vuestra vocación, pues también Cristo sufrió por vosotros, y os dejó ejemplo para que sigáis sus pasos.
Vivid en el amor, siguiendo el ejemplo de Cristo, que nos amó y se entregó por nosotros a Dios como ofrenda y sacrificio de olor agradable.
Y Dios, que da la paciencia y el consuelo, os conceda vivir en armonía unos con otros a ejemplo de Jesucristo,
no como dictadores, sino como modelos para el rebaño.