La gente le dijo: 'Nosotros sabemos por la ley que el mesías permanece eternamente; ¿cómo dices tú que el hijo del hombre debe ser levantado en alto? ¿Quién es este hijo del hombre?'.
Se le dio poder, gloria e imperio, y todos los pueblos, naciones y lenguas le servían. Su poder era un poder eterno, que nunca pasará, y su reino no será destruido jamás.
Y el reino, el poder y la grandeza de los reinos que hay bajo todo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del altísimo; su reino será un reino eterno y todos los imperios le servirán y estarán sujetos a él.
En los días de estos reyes, el Dios del cielo hará surgir un imperio que jamás será destruido y cuya soberanía no pasará a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos estos imperios, mientras que él subsistirá eternamente,
Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la ley lo dice para los que están bajo la ley; para que toda boca enmudezca y el mundo entero se reconozca culpable ante Dios.
Con violencia e injusticia fue apresado; de su causa, ¿quién se cuida? Fue arrancado de la tierra de los vivos, herido de muerte por los pecados de mi pueblo.
Jesús les dijo: 'Cuando hayáis levantado al hijo del hombre, conoceréis que yo soy el que soy y que nada hago por mi cuenta, sino que digo lo que me enseñó el Padre.