Israel ha pecado, ha violado la alianza que hice con ellos; han tomado cosas que estaban consagradas al exterminio, han robado, han mentido y las han escondido entre sus enseres.
Pedro replicó: '¿Por qué os pusisteis de acuerdo para tentar al Espíritu del Señor? Ahí tienes a la puerta los pies de los que acaban de enterrar a tu marido; ellos te llevarán a ti también'.
Yo lanzo la maldición, palabra del Señor todopoderoso, para que vaya a casa del ladrón y a casa del que jura en falso, permanezca en medio de su casa y consuma sus maderas y sus piedras'.
Pero todos éstos se burlarán de él diciéndole con mordaz ironía: ¡Ay de quien multiplica lo que no es suyo -¿hasta cuándo?-, y se carga de un montón de prendas!
No como la alianza que hice con sus padres cuando los tomé de la mano y los saqué del país de Egipto, alianza que ellos violaron, por lo cual los rechacé -dice el Señor-.
La ira del Señor se encendió contra Israel y dijo: 'Ya que esta generación ha violado la alianza que yo había establecido con sus padres y no me ha obedecido,
si rompéis la alianza que el Señor, vuestro Dios, os ha impuesto y os vais a servir a otros dioses; si os prosternáis ante ellos, entonces la ira del Señor se encenderá contra vosotros y muy pronto os hará desaparecer de esta buena tierra que él os ha dado'.
Pero los israelitas cometieron una falta en lo tocante a las cosas consagradas al exterminio: Acán, hijo de Carmí, hijo de Zabdí, hijo de Zéraj, de la tribu de Judá, tomó lo que estaba consagrado al exterminio, y la ira del Señor se encendió contra los israelitas.
Si en medio de ti, en alguna de las ciudades que el Señor, tu Dios, te va a dar, hay un hombre o una mujer que hace lo que desagrada al Señor, tu Dios, quebrantando su alianza,
'Si un individuo comete un sacrificio pecando por inadvertencia contra los derechos sagrados del Señor, presentará al Señor, como sacrificio de reparación, un carnero del ganado sin defecto, valorado y calculado en plata, según la tasa oficial del templo.