El Señor dijo a Josué: 'No tengas miedo ni te acobardes. Toma contigo todos los hombres de guerra, levántate y sube contra Ay. Mira, yo pongo en tus manos al rey de Ay, a su pueblo, su ciudad y su tierra.
Entraron los hijos y se apoderaron de la tierra; tú humillaste ante ellos a sus habitantes los cananeos, y los entregaste en sus manos, a ellos, a sus reyes y a los pueblos del país, para que los tratasen a su gusto.
¿No posees tú todo lo que Camós, tu dios, ha quitado a los que lo poseían? Así, lo que el Señor, nuestro Dios, ha quitado a los que lo poseían, lo poseemos nosotros.
El Señor, Dios de Israel, entregó a Sijón y a todo su pueblo en manos de Israel, que los derrotó; e Israel se apoderó de todo el país de los amorreos que vivían en aquella región,
En los días de estos reyes, el Dios del cielo hará surgir un imperio que jamás será destruido y cuya soberanía no pasará a otro pueblo. Pulverizará y aniquilará a todos estos imperios, mientras que él subsistirá eternamente,