En él también fuisteis circuncidados con una circuncisión hecha no por la mano del hombre, sino con la circuncisión de Cristo, que consiste en despojaros de vuestros apetitos carnales.
Y recibió la señal de la circuncisión como sello de la justicia que había obtenido antes de la circuncisión; así se convertía en padre de todos los no circuncidados que creyesen, para que también a ellos se les contase como justicia;
sino que es judío el que lo es en el interior, y la verdadera circuncisión es la del corazón, según el espíritu, no según la letra; cuya alabanza no viene de los hombres, sino de Dios.