El Señor ensalzó grandemente al rey Salomón ante todo el pueblo y le concedió un reinado tan glorioso cual nunca rey alguno había tenido antes de él en Israel.
Con viva esperanza confío en que en nada seré defraudado, sino que con toda seguridad, como siempre, también ahora Jesucristo será glorificado en mi cuerpo, sea por la vida, sea por la muerte.
Y a los sacerdotes: 'Llevad el arca de la alianza y pasad el río delante del pueblo'. Ellos tomaron el arca de la alianza y pasaron delante del pueblo.